Las tortas de queso son un tipo de queso español que se elabora en la zona norte de la sierra de San Pedro, en la provincia de Cáceres, España. Con denominación de origen protegida, estas tortas son reconocidas por su sabor intenso y su textura cremosa. En este artículo, te contaremos todo lo que necesitas saber sobre las tortas de queso, desde su historia y elaboración hasta la mejor forma de consumirlas y conservarlas.
Historia y origen de las tortas de queso
La zona geográfica en la que se elaboran las tortas de queso abarca 36 municipios en las comarcas cacereñas de los Llanos de Cáceres, Sierra de Fuentes y Montánchez, ocupando un área de 400,000 hectáreas. Esta región ha sido tradicionalmente utilizada para la trashumancia y el pastoreo, y se cree que las tortas de queso se elaboran desde hace siglos.
El queso de oveja del Casar de Cáceres se menciona por primera vez en los Interrogatorios de la Real Audiencia en 1791, lo que indica que su producción tiene una larga historia en la región. Incluso se utilizaba como forma de pago en el pasado.
Elaboración de las tortas de queso
Las tortas de queso se elaboran con leche cruda de oveja entrefina. La cuajada se obtiene utilizando cardo silvestre y se corta hasta obtener granos de tamaño fino. Luego, la cuajada se coloca en moldes cilíndricos y se prensa durante varias horas. La salazón puede ser húmeda o seca, utilizando exclusivamente cloruro de sodio.
Después de la salazón, las tortas de queso se dejan madurar durante al menos 60 días en condiciones controladas de temperatura y humedad. Durante este tiempo, el queso desarrolla su sabor característico y su textura cremosa.
Características de las tortas de queso
Las tortas de queso tienen forma cilíndrica, con caras sensiblemente planas y una superficie perimetral plano-convexa. Existen tres tamaños: grande, mediano y pequeño, con pesos que van desde 801 gramos hasta 500 gramos. La corteza es semidura y de color amarillo a ocre.
La pasta de las tortas de queso puede ser blanda o untable, de color blanco a amarillento. Tiene un corte cerrado pero blando y untuoso, y puede presentar pequeños ojos repartidos en el corte. La textura es cremosa y grasa, y el sabor es intenso, poco salado y ligeramente amargo debido al uso del cuajo vegetal.
Cómo consumir y conservar las tortas de queso
Para disfrutar de las tortas de queso, se recomienda abrir la parte superior como si fuera una tapa y untar la crema de su interior en pan. El sabor intenso y la textura suave hacen de este queso una verdadera delicia para los amantes del queso.
Es preferible no guardar las tortas de queso en el frigorífico, ya que esto puede afectar su textura y sabor. Se recomienda guardarlas en una despensa o armario fresco y protegido de la luz. Si es necesario guardarlas en el refrigerador, se deben sacar un rato antes de su consumo para que tomen temperatura.
Además de disfrutar las tortas de queso en su forma tradicional, también se pueden utilizar para elaborar una deliciosa torta de carne. Simplemente hay que mezclar carne picada frita y cebolla frita en el interior de la torta de queso ya terminada, y luego hornear a 200 °C durante 10-15 minutos.
Las tortas de queso son un verdadero tesoro culinario de la región de Cáceres, España. Su sabor intenso y su textura cremosa las convierten en una delicia para los amantes del queso. Ya sea disfrutándolas en su forma tradicional o utilizándolas para preparar recetas creativas, las tortas de queso son una excelente opción para aquellos que buscan experimentar nuevos sabores y texturas en el entorno del queso.
¿Buscas más inspiración? Lee nuestra amplia selección de artículos similares a Tortas de queso: una delicia para amantes del queso en la sección dedicada a Queso. Entra en un mundo de sabores y descubre nuevas ideas para satisfacer tus antojos queseros.