El queso es un producto versátil y delicioso que se puede disfrutar de muchas formas diferentes. Una de las formas más comunes de consumirlo es cortado en porciones, ya sea para comerlo solo, en una tabla de quesos o como ingrediente en platos y recetas. Sin embargo, cortar el queso no es una tarea tan sencilla como parece. Existe un arte delicado detrás de este proceso, que requiere atención y técnica para asegurar que cada porción tenga una proporción adecuada de pasta y corteza, y así poder disfrutar al máximo de sus aromas, matices y texturas.
¿Cómo se corta el queso?
La forma de cortar el queso depende de su tipo y consistencia. A continuación, te daremos algunas pautas generales para cortar diferentes tipos de quesos:
Quesos cilíndricos o en tronco
Este tipo de quesos, como el rulo de cabra, se cortan en medallones de 1-2 cm de grosor si se van a comer tal cual, o un poco más gruesos si se van a pasar por la plancha. Para evitar que el queso se desmorone o deforme al cortarlo, es necesario utilizar un cuchillo adecuado para quesos blandos y delicados. También es recomendable humedecer el cuchillo con agua caliente y secarlo correctamente antes de cortar el queso. En caso de no contar con un cuchillo específico, se puede utilizar seda dental sin cera ni sabor para hacer el corte.
En algunos casos, estos quesos son tan suaves y fáciles de untar que se pueden servir enteros acompañados de un cuchillo untador para que cada comensal se corte lo que desee.
Quesos redondos y planos de consistencia tierna y cremosa
Quesos como el camembert o el brie se cortan como si fueran una tarta, en porciones triangulares iguales, partiendo desde el centro hacia los bordes. Para evitar que el cuchillo se pegue a la pasta, es recomendable humedecerlo con agua caliente y secarlo antes de cortar el queso.
Quesos untuosos con el centro muy líquido
Quesos como la torta del Casar se abren por la parte de arriba, retirando la corteza superior con un cuchillo afilado, como si estuviéramos quitando la tapa. A continuación, se remueve la crema para que se oxigene y se puede comer a cucharadas o untarla sobre pan con un cuchillo de punta roma.
En algunos casos, también se pueden cortar en porciones, comiendo también la corteza. Para ello, es necesario meter el queso en el frigorífico antes para que adquiera cierta consistencia. Una vez cortado, es recomendable envolver las piezas en film de cocina y volver a meterlas en la nevera hasta que se vayan a consumir.
Quesos redondos duros o semiduros
Quesos como el de oveja curado o semicurado se cortan en cuñas y luego se colocan sobre uno de los costados anchos para retirar las cortezas superior e inferior. A continuación, se cortan en triángulos. Si el queso es semicurado, también se puede cortar en barritas con un grosor de 5-10 mm.
Quesos de bola parafinados
Quesos como el edam o el gouda se cortan primero a la mitad y luego en cuñas. Después, se coloca cada cuña sobre uno de sus lados y se corta en porciones piramidales, haciendo los cortes desde el centro de la cuña y al bies hasta los bordes del queso, en forma de abanico. Otra opción es hacer cuñas de unos 3-4 cm de grosor y, colocando cada una sobre uno de los lados anchos, cortarla de forma paralela al corte hasta llegar a la zona más próxima a la corteza y luego, hacer cortes perpendiculares a la corteza.
Quesos duros añejos
Quesos como el parmesano no se cortan, sino que se parten en trozos irregulares, de apariencia rústica. Es recomendable que los trozos sean relativamente gruesos y con cierto cuerpo para apreciar mejor su textura.
Quesos frescos
Quesos como el queso de Burgos se cortan en cuñas desde el centro hasta los bordes si son redondos, o en lonchas lo suficientemente gruesas para que no se doblen ni rompan si son cuadrados.
Queso azul
Quesos como el Roquefort se suelen comercializar en piezas triangulares y se cortan en cuñas, haciendo cortes gruesos en abanico desde el centro hacia fuera. También se pueden sacar piedras sobre la marcha si el corte resulta complicado debido a su textura quebradiza.
Quesos cuadrados
Quesos como el queso de Mahón se acostumbran a tener un gran tamaño y se suelen encontrar porcionados en cuartos. Estos quesos se cortan en lonchas y luego en bastones o cubos. Los quesos que se venden en bloques, como el emmental, también se pueden cortar en bastones o cubitos, pero si se cortan en lonchas más delgadas y anchas, se obtiene el máximo sabor de cada trozo.
Tener en cuenta que cada tipo de queso requiere un cuchillo adecuado para su corte. A continuación, te presentamos algunos de los cuchillos más utilizados para cortar queso:
¿Qué cuchillo utilizar para cortar queso?
- Cuchillo con hoja perforada: Es versátil y puede usarse con casi cualquier queso, siempre que no sea muy duro. Los orificios evitan que los quesos más cremosos y blandos se queden pegados a la hoja, lo que facilita separar las porciones.
- Cuchillo de hoja larga y delgada: Similar al cuchillo jamonero, es adecuado para cortar quesos blandos y semiduros, especialmente si se van a cortar en piezas más grandes.
- Cuchillo de untar: Tiene punta redonda y es adecuado para quesos cremosos de untar, así como para extender quesos frescos y blandos.
- Lira o cuchillo de alambre: Se utiliza para cortar quesos muy blandos, frescos y cremosos, que pueden aplastarse al hacer presión con la hoja de un cuchillo.
- Cuchillo de doble mango: Se utiliza para cortar quesos semiduros o duros sin romperse. Es útil para hacer los primeros cortes en piezas grandes.
- Cuchillo lágrima o de punta bifurcada: Es ideal para quesos muy duros y curados que no admiten cortes limpios. Se utiliza para sacar piezas irregulares.
- Cuchillo plano o de cincel: Se utiliza con quesos semiblandos o semiduros. La hoja se coloca en vertical sobre la superficie del queso y se presiona hacia abajo para obtener rebanadas limpias.
- Cuchillo con dos puntas o de punta bifurcada: Es adecuado para diferentes tipos de queso, especialmente los semiblandos. Las puntas del extremo se pueden utilizar para pinchar los trozos y servirlos.
- Cortador con cuchilla ostehøvel: Permite extraer láminas de quesos firmes y semiduros, así como sacar lascas de quesos más curados y firmes.
- Girolle: Es un cortador especial que permite sacar flores de queso.
Consejos adicionales
Aquí tienes tres cosas que debes tener en cuenta a la hora de cortar queso:
- Solo los quesos firmes y añejos pueden cortarse con antelación sin que sus características se vean comprometidas. Los quesos suaves y frescos deben cortarse poco antes de servirse o llevarse enteros a la mesa para que cada comensal los corte. Si cortas el queso con antelación, puedes conservarlo en un táper hermético hasta 12 horas, envolviéndolo en papel de queso si se va a dejar más tiempo.
- Si vas a cortar varios quesos, es importante limpiar el cuchillo entre uno y otro para evitar la contaminación de sabores y la transferencia de bacterias de un queso a otro.
- Saca el queso de la nevera con antelación. Los quesos deben servirse a temperatura ambiente para apreciar mejor su sabor y matices. Cuanto mayor sea la maduración del queso, más tiempo necesitará para atemperarse. Lo ideal es que los quesos blandos se sirvan entre 18º y 20º, los quesos duros o semiduros entre 22º y 25º, y los quesos frescos no deben superar los 15º.
Cortar el queso es un arte que requiere atención y técnica. Cada tipo de queso tiene sus peculiaridades y requiere un cuchillo adecuado para su corte. Siguiendo estas pautas y consejos, podrás disfrutar al máximo de los aromas, matices y texturas de cada queso que cortes. ¡Buen provecho!
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