Yogur y queso para bebés: recomendaciones y cuidados

Continuando con nuestro recorrido por la alimentación infantil y ya que hablamos sobre la leche de vaca, toca el turno de otros dos lácteos: el yogur y el queso, alimentos que no deben faltar en la dieta de los niños.

Índice de Contenido
  1. El yogur en la alimentación infantil
  2. El queso en la alimentación infantil
    1. ¿El queso es seguro para los bebés?
    2. ¿Cuándo puedo darle yogur a mi bebé?
    3. ¿Qué tipo de queso es mejor para los bebés?

El yogur en la alimentación infantil

El yogur es un alimento que se obtiene de la fermentación de la leche, por lo que tiene propiedades nutricionales similares: calcio, proteínas y vitamina D. Pero como lo comentamos cuando hablamos sobre la leche de vaca, ésta contiene más proteínas de las que un bebé necesita, y lo mismo ocurre con los yogures.

En el caso de los primeros yogures emplean fórmula de continuación (que se puede tomar a partir de los seis meses), por lo que efectivamente, son aptos para los bebés a partir de esta edad. Sin embargo, debemos recordar que son productos ultraprocesados y que tienen una alta concentración de azúcares.

Actualmente, la Asociación Española de Pediatría recomienda ofrecer yogur a los bebés en pequeñas cantidades a partir de los 9 o 10 meses de edad, aunque no es necesario hacerlo, ya que un bebé que sigue tomando leche materna a demanda y realiza varias tomas al día no suele precisar otro aporte de lácteos; y uno que toma fórmula necesita entre 280-500ml de leche al día, algo que alcanzar fácilmente con sus 2-3 biberones diarios.

A partir de los 12 meses, el yogur más adecuado para los bebés y niños es el natural, sin discusión ni duda alguna, ya que los yogures de sabores contienen una gran cantidad de azúcares añadidos (además de otros muchos ingredientes).

Al igual que el yogur, se recomienda evitar las natillas, petit suisses y actimeles hasta pasados los doce meses de edad, especialmente porque a diferencia del yogur, que es leche fermentada con sus bacterias nuevas, los otros son un postre de leche con azúcar.

El queso en la alimentación infantil

El queso es un alimento derivado de la leche, que naturalmente, contiene un aporte nutricional similar a ésta, haciéndolo un alimento muy completo por su aporte de calcio, proteínas y vitamina D, que ayudan al crecimiento de los huesos.

Al igual que el yogur, la Asociación Española de Pediatría en sus recomendaciones sobre la alimentación complementaria señala que el queso debe ofrecerse en pequeñas cantidades a partir de los 9 o 10 meses de edad.

Se recomienda empezar con queso fresco o tierno en trocitos pequeños que pueda tomar con sus dedos, pues es justamente alrededor de los 9 y 10 meses cuando comienzan a practicar el agarre de pinza. Los quesitos (tipo caserío) contienen grasas de muy baja calidad y no es recomendable comerlos más de una vez a la semana.

Tanto el queso como el yogur habremos de ofrecerlo igual que otros alimentos: de forma gradual y vigilando su reacción, pues aunque no sean altamente alergénicos como la leche, sí contienen proteínas lácteas.

¿El queso es seguro para los bebés?

Sí, el queso es seguro para los bebés a partir de los 9 o 10 meses de edad. Se recomienda empezar con queso fresco o tierno en trocitos pequeños que pueda tomar con sus dedos.

¿Cuándo puedo darle yogur a mi bebé?

Se puede dar yogur a partir de los 9 o 10 meses de edad, pero es importante ofrecer yogur natural sin azúcares añadidos. Los yogures de sabores suelen contener una gran cantidad de azúcares añadidos y otros ingredientes.

¿Qué tipo de queso es mejor para los bebés?

Se recomienda empezar con queso fresco o tierno en trocitos pequeños que pueda tomar con sus dedos. Los quesitos (tipo caserío) contienen grasas de muy baja calidad y no se recomienda comerlos más de una vez a la semana.

El yogur y el queso son alimentos que deben formar parte de la dieta de los bebés y niños debido a su aporte nutricional de calcio, proteínas y vitamina D. Sin embargo, es importante introducirlos gradualmente y vigilar la reacción del bebé. El yogur se puede ofrecer a partir de los 9 o 10 meses, preferiblemente en su versión natural sin azúcares añadidos. El queso fresco o tierno es una buena opción a partir de la misma edad. Recuerda siempre consultar con el pediatra antes de introducir nuevos alimentos en la dieta de tu bebé.

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