Cómo se hace el borde de los quesos: tipos, materiales y consejos

El borde de los quesos es una parte importante de su presentación y sabor. En algunos casos, la corteza del queso es comestible, mientras que en otros no lo es. Para comprender mejor cómo se hace el borde de los quesos, es necesario conocer los diferentes tipos de corteza y los materiales utilizados en su elaboración.

Índice de Contenido
  1. Tipos de corteza de queso
    1. Corteza natural
    2. Corteza artificial
  2. Consultas habituales sobre el borde de los quesos

Tipos de corteza de queso

Existen dos clases principales de quesos en cuanto a su corteza: los de corteza natural y los de corteza artificial.

como se hace el borde de los quesos - Qué lleva el borde del queso

Corteza natural

Los quesos de corteza natural son los más comunes. En este caso, la corteza está formada por diferentes materiales y puede ser comestible o no, dependiendo del tipo de queso y de la preferencia personal.

Algunos quesos tienen una corteza natural fresca con mohos. Estos mohos pueden crecer de forma espontánea o ser añadidos durante el proceso de elaboración. Después de la maduración, la superficie del queso se cepilla para eliminar los mohos y se obtiene una capa blanquecina. Ejemplos de quesos con este tipo de corteza son el rulo de queso de cabra.

Otros quesos tienen una corteza natural seca enmohecida, como el queso Manchego, el Zamorano o el Idiazabal. En este caso, los mohos crecen de forma espontánea durante la maduración, pero el tiempo de maduración es mayor y la humedad es menor. Durante el proceso de elaboración, se suele cepillar la corteza para eliminar parte de los mohos. La corteza en estos casos suele ser dura y seca, por lo que no se suele comer.

Existen también quesos con una corteza natural seca sin mohos, como el San Simón da Costa. En estos casos, la corteza no desarrolla mohos, pero al ser dura y seca, no se suele consumir.

Por último, algunos quesos tienen una corteza bañada, es decir, se les añade agua, cerveza, vino o salmuera durante su elaboración. Esto da como resultado una corteza con un color y sabor especiales, pero que no se suele consumir.

Corteza artificial

Los quesos de corteza artificial son aquellos que no tienen una corteza natural, sino que se recubren con diferentes materiales para preservar su interior y evitar la desecación o la contaminación. Estos materiales pueden ser ceras, parafinas, pinturas, materiales plásticos o papel de aluminio.

Aunque estos materiales son seguros para el consumo humano, la corteza artificial no debe comerse. Se pueden diferenciar de las cortezas naturales por su aspecto brillante, plástico y por los colores negro o rojo.

Consultas habituales sobre el borde de los quesos

  • ¿La corteza de los quesos es comestible?
  • Depende del tipo de queso y de la preferencia personal. En general, las cortezas naturales frescas con mohos suelen ser comestibles, mientras que las cortezas naturales secas enmohecidas y las cortezas naturales secas sin mohos no suelen serlo. Las cortezas bañadas tampoco se suelen consumir. En cuanto a las cortezas artificiales, no son comestibles.

  • ¿Cómo sé si puedo comer la corteza de un queso?
  • En caso de duda, es recomendable consultar la información del fabricante o preguntar a un experto en quesos. Además, se puede observar la apariencia y textura de la corteza. Si es dura, seca y sin mohos, es probable que no sea comestible.

  • ¿Qué materiales se utilizan en las cortezas artificiales?
  • Las cortezas artificiales se elaboran con ceras, parafinas, pinturas, materiales plásticos o papel de aluminio. Estos materiales son seguros para el consumo humano, pero la corteza no debe comerse.

  • ¿La corteza aporta sabor al queso?
  • Sí, en algunos casos la corteza aporta aromas y sabores al queso. Por ejemplo, en los quesos de corteza natural fresca con mohos, la corteza puede aportar notas especiadas o terrosas.

El borde de los quesos puede variar en función del tipo de corteza, ya sea natural o artificial. En general, las cortezas naturales frescas con mohos suelen ser comestibles, mientras que las cortezas naturales secas enmohecidas, las cortezas naturales secas sin mohos y las cortezas bañadas no suelen serlo. Por otro lado, las cortezas artificiales no deben consumirse. En caso de duda, es recomendable consultar la información del fabricante o preguntar a un experto en quesos.

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